Se seduce sonriendo

Ayer estuve hablando con un buen amigo, alguien que aprecio mucho, como a todos a los que saco el tiempo para aconsejar y ayudar de alguna manera. Al hablar con él me explicaba la tristeza que siente porque «no puede» ser tan exitoso con las chicas como quisiera.

Y es que para la sociedad actual todo hombre tiene que saber ligar, y el que no lo sabe, tiene que fingir que lo sabe, o sea MENTIR.

Pero pocas personas entienden el peso de levantarse un día y ver que aunque seas bien parecido, aunque seas una buena persona, no consigues tener a tu lado una mujer que llene tus expectativas, y por más que buscas sólo consigues una tergiversación tan asquerosa de la información que la cabeza te queda dando miles de vueltas sin saber dónde ir. Mi amigo me contaba lo deprimido ( clínicamente medicado y todo) que le hace sentirse «el ver a todos los hombres cómo son de exitosos y él no».

Y es que muchachos, la presión actual de ser hombre no es broma.

Tenemos que ser los machos, los ligadores, los proveedores, los que andan en el buen auto, los mejores en los deportes, aquellos que siempre están en la cima, los valientes soldados, los líderes. y aunque se catalogue de machista y anticuado este pensamiento, al final la etiqueta que este asunto trae es muy, muy poderosa. Y cuando no cumples con alguna de esas etiquetas, serás enviado a la bolsa de los perdedores, tanto por las mujeres como por otros hombres como tú. Y mi amigo lo sabe. Y por eso sufre, y por eso se deprime.

¿Ridículo? Piénsalo dos veces antes de catalogarlo así. Porque por cada hombre que veas exitoso con las chicas, hay al menos diez sufriendo porque no lo son. Lo he visto, lo he vivido.

Incluso en aquellos tiempos otro buen amigo que hasta se consideraba ateo me contaba que en la soledad de su cuarto le pedía a Dios una oportunidad para conocer a una buena mujer aunque fuera para tener sexo una sola vez en la vida y luego morir tranquilo, me decía : «Yo. pidiéndole a un Dios que me permita acostarme con una chica, sólo una, al menos una vez…en mi vida entera, te reirás de mi Balleck, te reirás de mi«.

Pues no, no me río, ni de ese amigo ni del que llora porque quiere algo mejor para sí y no tener que estarse conformando con «lo que quedaba», que usualmente era una bruja odiosa y dictadora que se aprovechaba de las inseguridades de mi amigo para maquillar las de ella.

Y es que cuando mis amigos me miran caminando por la vida sonriendo y disfrutando me dicen: «Balleck, y es que para vos es sencillo estar siempre sonriente, porque a vos te va siempre bien con las mujeres».

Pero bueno, creo que es momento de darle verdadero sentido a la frase, y para lograrlo hay que volverla al revés y repetirlo miles de veces cual juramento guerrero: «Balleck, (y cualquier otro seductor REAL) es que para vos es sencillo ser exitoso con las mujeres porque vos SIEMPRE ESTAS SONRIENTE».

Ok…¿qué cosa?

Lo repito pero sin la arrogancia de mi nombre en la frase «Mr. Seductor, es que para vos es sencillo ser exitoso para las mujeres PORQUE SIEMPRE ESTÁS SONRIENTE».

Hmmm, ¿suena fácil no?

Pues no lo es.

La jodida vida está llena de problemas, de situaciones donde deseas morirte de la tristeza, de falta de trabajo para muchos, de falta de salud para otros. Y lo peor es que no importa que tan bien estés: siempre va a pasar algo que te haga sentir mal. Es inevitable, la vida jode, y lo hace muy, muy fuerte. El seductor lo sabe, conoce esa parte de la vida, el seductor sabe que la vida es cruel y dura, frívola en sus arrebatos cual olas del mar que rompen en las piedras. Ningún seductor está libre de problemas, NINGUNO.

Pero ¡entonces carajo! ¿Si no estás libre de problemas, por qué mierda actúas como si no los tuvieras Balleck?

Ahí es donde viene la verdadera fórmula para un momento de vida plena y seductora, un momento determinante para cualquier hombre y ese es:

A) Tómatelo todo a broma, la verdad ningún problema se ha resuelto con poner cara de malo. Ninguno. El seductor sabe que la vida es jodida: Fácil y rápido, la vida será vida mientras la vida sea vida. Estúpida redundancia pero que resume la principal actitud que un seductor tiene hacia su existencia. Siempre, mientras caminemos en esta existencia física vamos a tener miles de razones para echarnos atrás, para bajonearnos el espíritu. Pero tenemos que saber que ninguna persona que ve la vida como un condenado ve a su verdugo va a lograr sacarle provecho. Ninguna.

Los problemas existen, no se van, aparecen de la nada y tardan mucho tiempo en irse de nuestras vidas, pero de esa misma manera como la noche le da paso al día, la oscuridad siempre le dará paso a la luz. Así como hay odio en el planeta, también existe el amor, y es mucho más grande que cualquier porquería dañina. Así que, no sólo es bueno ser seductor, sino también parecerlo. Y parecerlo siempre.

Mis mayores éxitos en la vida no han sido la falta de problemas, sino, andar con un semblante relajado ante todo, ya me ocuparé de los problemas que me aquejan, pero mientras, seduciré al mundo, me seduciré a mí mismo, todos me necesitan tranquilo y seductor ¿por qué? Porque al escoger éste camino y perfeccionarlo también escogí ser un líder, y como tal, la responsabilidad de ser un Alpha se duplica, y a decir verdad, nadie puede sentirse bien junto a un hombre de ceño fruncido, que en lugar de inspirar intimida, y asusta.

B) El seductor no maquilla los problemas, los enfrenta: Contrario a los mega gurús de este mundillo, que pregonan amor propio y seguridad en sí mismo pero sin embargo andan sumidos en un estilo de vida auto destructivo de drogas y alcohol , los verdaderos seductores de la vida saben que los problemas hay que enfrentarlos pero… a su debido tiempo. Las situaciones de la vida no se ahogan en licor, no se van con el humo de un porro ni con una jalada de cocaína (Sí, sabes de quién hablo).

El asunto es que se debe entender que hay un momento para todo, y por ende de la misma manera como un problema llega a un tiempo determinado, el resolverlo también se hace en un tiempo propicio, no se puede andar auto flagelándose todo el día con tus problemas y lo peor, pretender que contárselos a los demás por masas va a solucionarlos. Siempre he dicho que contarle tus problemas a 2 personas es salir a flote, pero contárselos más de 3 es hundirse.

C) Ellas no tienen la culpa, ni mucho menos la solución: ¿Qué carajos hace un aspirante a seductor contándole a una chica o chicas sus tristezas y desengaños? Mirá, nosotros al buscar una chica que nos guste lo hacemos pensando en todo menos en ser el escudo de sus problemas, ¿por qué diablos ellas querrían a alguien que las vea como salvadoras de caridad? El verdadero hombre exitoso con las mujeres sabe que ellas no tienen la culpa de lo que le ha pasado, así que usarlas de paño de lágrimas y pensando que dando lástima podés seducirla, estás re-mal. Los hombres que gustan de dar lástima a todo el mundo NO SEDUCEN, repelen.

D) Su arma, la sonrisa : Mirá cabrón, el sol no dejará de salir mañana, a menos que estés muerto y no estés allí para verlo. El seductor real sabe que la vida es una ramera caprichosa que te endulza primero y luego te rompe el corazón, pero la acepta tal cual, y por ende nunca deja de sonreírle. Es duro, es difícil sonreír cuando uno está de luto, enfermo, golpeado, sin trabajo, sin dinero. Lo es, pero si los músculos de la cara aún no los tenes atrofiados, ¿qué carajos te cuesta aunque sea echarte una risa de esperanza? No es primera vez que estando con una chica por alguna u otra razón se da cuenta, aunque yo haya tratado de esconderlo, de que paso por una situación difícil . Pero no dejo de vacilar y jugar mucho, a menudo me han dicho cuando inevitablemente me toca revelar lo que me pasa: «¿estas loco? ¡me estas mintiendo! como es que actúas así, tan tranquilo, ¡deberías estar en casa llorando!» . Mi respuesta es siempre una sonrisa sincera acompañada de un buen piropo:

«Con una boca como la tuya, no tengo tiempo para sufrir»

Con el tiempo he notado que las mujeres admiran y se sienten atraídas mucho por eso, ahora, no hay que confundir esto con el hecho de ignorar tus problemas al punto de no resolverlos, recuerda, los problemas se enfrentan, mientras le sonríes a ella, o a tu perro, o a tu primito pequeño.

El seducir sonriendo es un acto de verdadero amor no sólo por ti mismo sino para con las personas receptoras de tus buenas energías, las chicas gustan de los hombres con una cara fresca, con una sonrisa que les haga saber que aunque la vida está llena de cosas no tan positivas siempre va a existir un hombre que aunque esté pasando por algo que a cualquier otra persona lo pondría de rodillas, a él le da más razones para vivir, para levantarse, para no dejarse caer, para sonreír.

Estamos en presencia de un mundo que le da miles de razones a las personas para no creer que exista un verdadero amor en todos, las redes sociales y los portales de noticias nos saturan de tragedias, de horrores y masacres, ¿por qué será que creyendo que al levantar un escudo bajo una cara rígida es como vamos a lograr sobrepasar las cosas malas? Podemos llorar, patalear, pero a solas. Porque el seductor sabe que su misión en la vida va más allá de acostarse con unas cientos de chicas, el seductor real sabe que para llegar al cuerpo de una mujer primero debe de pasar por su alma, y ningún hombre con cara de lástima va a pasar por su alma, porque las razones son obvias, cualquier hombre debería estar rígido, duro y distante…pero cualquier hombre, no el seductor, porque el seductor no es como «cualquier hombre», el seductor sabe que la luz que lleva va más allá de una frase o una follada, la luz del seductor va desde la sonrisa que es capaz de sacarle a la señora viejita que limpia los pisos, hasta la exquisita piel morena que descansa a su lado después de haber sudado toda la noche juntos.

La luz del seductor real trasciende el hecho de acostarse con una o con otra, eso sólo llega como agregado a esa sonrisa que, no importa lo que pase, nunca le abandonará mientras esté vivo, y recuerda siempre amigo:

«Uno no sonríe porque seduce, sino seduce porque sonríe»

Balleck